jueves, 27 de enero de 2011

...cada mañana un día.

Todo había quedado atrás. Cuando se despertó por la mañana no se enfrentó más que al enorme bloque de un único día, cada mañana un día. Se vio como una termita abriéndose paso a través de una roca. No había nada más salvo vivir. Permaneció sentado tan quieto que no le hubiera sorprendido ver a los pájaros acercarse y posarse en su hombro.

De la novela Vida y época de Michael K, del escritor surafricano J.M. Coetzee [1940- ].

No hay comentarios:

Publicar un comentario