domingo, 26 de junio de 2011

taller en julio

Aquí está toda la información sobre el próximo taller de fotografía que vamos a hacer durante este mes de julio, para el que todavía hay plazas.
Es un taller de introducción a la fotografía en el que abordaremos algunos aspectos técnicos y dedicaremos mucho tiempo a ver y comentar imágenes...

Cuándo :: los cuatro miércoles de julio (6, 13, 20 y 27) de 19 h a 22 h. El taller dura en total 12 horas.
Dónde :: en el local de la Asociación Gruñidos Salvajes, en la calle Mira el río baja 4, en Madrid. (Aquí puedes ver su web con el resto de sus actividades y dónde está...)
Cuánto :: 110 euros.
Cómo :: si te interesa puedes ponerte en contacto conmigo para inscribirte. Hazlo lo antes posible: cerraremos el plazo de inscripción el lunes, 4 de julio.

Si conoces a alguien a quien pueda interesar esta información te agradeceré muchísimo su difusión...

sábado, 18 de junio de 2011

15m - 19j

Por unas horas no voy a llegar a tiempo para la mani que hay convocada mañana...

Lo que ha pasado en las plazas me ha gustado por muchos motivos, pero sobre todo porque no hay líderes, no hay banderas, no hay partidos y no hay violencia.

Espero que mañana la plaza siga igual: viva e indignada.

acabando...

Último día en Brasilia.
Voy a ir a ver un par de cosas que aún no me ha dado tiempo a visitar, luego me pasaré por el Cervantes, que hoy hay sarao por el día e, y por la tarde he quedado con gente para despedirme.
Mañana por la mañana a hacer la maleta y a casita...

martes, 14 de junio de 2011

Brasilia

El sábado por la tarde llegué a Brasilia.
Aquí, a unos 7700 km de Lavapiés...

Hace años que veo fotos de este sitio y que oigo hablar a mis arquitect@s: un@s me dicen que es una ciudad maravillosa y otr@s que es el mayor desastre urbanístico de la historia.
Tenía muchas ganas de venir, verlo, hacer algunas fotos, y tratar de tener opinión propia.

***

Ayer empezamos el taller aquí. Un grupo más pequeño que el de Recife y algo diferente. En lugar de hacerlo en el propio Cervantes, como hicimos allí, estamos en una escuela en la que se hacen cursos de literatura, arte, música, etc. Un sitio estupendo que dirige Luiz, más estupendo todavía... Creo que nos vamos a entender muy bien y que este taller no va a ser lo último que hagamos juntos.

sábado, 11 de junio de 2011

eu sei que vou te amar

de mudanza

Hoy termino en Recife y mañana vuelo a Brasilia.

La experiencia, como otras veces, ha sido agotadora y muuuuy rica. Esta vez el taller ha durado menos (las sesiones están siendo de 3 horas y no de 4) y además había mucha más gente que en otras ocasiones (normalmente había entre 10 y 20 personas y aquí he tenido más de 30), así que el ritmo y la densidad de conversaciones, debates, etc. han sido mucho mayores...

La gente encantadora, participativa, trayendo fotos, interviniendo mucho durante las sesiones.... un gusto...

En fin, que me voy muy contento.

(A ver qué tal se me da la semana que viene...)

martes, 7 de junio de 2011

maniana

Maniana va a ser un día largo: por la maniana he quedado con un cole para trabajar en mi proyecto Un lugar donde aprender. El contacto me lo ha proporcionado Fernando, una de las personas que trabaja en el Cervantes aquí, y esta maniana hemos estado juntos hablando con la gente del cole, explicándoles lo que quiero hacer y concretando horas, días, etc.

Y por la tarde empezamos el taller en el Cervantes. Ayer me dijeron que había ya casi treinta personas apuntadas y que podían ser más...

lunes, 6 de junio de 2011

la vida

Me escribe un amigo desde Espania y se despide diciéndome:
"Disfruta, aprende y vive todo lo que puedas."

Qué más se puede pedir?

domingo, 5 de junio de 2011

tiburones

Creo que ayer fue la primera vez en mi vida en la que paseé por una playa, pensando en volver al día siguiente (hoy) a darme un bañito, y durante el paseo vi carteles en los que se desaconseja el baño... por los tiburones...

Río

En realidad es la segunda vez que estoy en Brasil: hace un millón de años, mi padre me llevó a un par de viajes de los que hacía con mucha frecuencia por trabajo. [Creo que de toda la gente que tengo cerca, mi padre es quizá la persona que conozco que en más sitios ha estado... y quizá también una de las que menos les gusta viajar...]

No recuerdo exactamente, pero supongo que yo tendría 13 ó 15 años. Le acompañé a un par de viajes: si no me falla la memoria uno de ellos fue a Río y a Santiago, y el otro a Buenos Aires y a Montevideo.

Tengo recuerdos muy vagos, mezclados, confusos, de esos viajes: las oficinas a las que le acompañaba mientras hacía su trabajo, recuerdo quedarme en la salita de entrada de una de ellas haciendo unos deberes de ciencias que me había llevado, recuerdo también un paseo en coche que nos dió un compañero y amigo suyo por Buenos Aires, una super tormenta que nos pilló durante el vuelo de Buenos Aires a Montevideo en el que yo me quedé frito a pesar de los baches, un taxista al que se le rompió el coche mientras nos llevaba al hotel de Río, un garito al que nos llevó un compañero de mi padre en el que pidiendo una copa te ponían un millón de tapitas, una calle en Santiago en la que había un cine donde ponían Kramer contra Kramer...

Aeropuertos

Ayer volví a vivir toda esta estupidez obsesiva sobre la seguridad en los aeropuertos.
En Madrid, un tipo que estaba en la cola delante de mi se enfadó porque le dijeron que tenía que quitarse la chaqueta. Much@s hacíamos la cola un poco enfadad@s, pero él tuvo un arranque antisistema y osó manifestarlo en alto diciendo que era una bobada, que era una chaqueta de algodón, que por qué tenía que quitársela......
[Yo llevaba una camisa abierta que podría parecer una chaqueta... e iba en la cola temeroso de si me dirían que era una chaqueta sospechosa...]

Por supuesto, no le hicieron ni caso, le insistieron en que se quitara la chaqueta y usaron una de las frases favoritas de l@s seguratas y de la gente que vela por nuestra seguridad: “son las normas”. Si les dices que esas normas son una gilipollez y que no tienen nada que ver con la seguridad te dicen que ell@s no saben si son una gilipollez o no, que lo que importa es que 'esas' son las normas.
Y que te quites la chaqueta.

Creo que lo peor de todo esto es la arbitrariedad. No parece haber ningún criterio. Y mucho menos parece que los posibles criterios tengan que ver con la seguridad... Y si tienen que ver con la seguridad, no está muy claro con la seguridad de quién...
Ayer teníamos que quitarnos las chaquetas, otras veces y en otros sitios no.
Otras veces y en otros sitios hay que quitarse los zapatos, zapatillas, botas o chanclas... ayer no.
En unos sitios hay que sacar el ordenador y en otros no.

Lo último sobre ésto: a otro chico que iba delante de mi le hicieron sacar casi todo de su mochila hasta que dieron con una navajita que parecía de juguete. Le ofrecieron destruirla o facturarla. Él, la verdad es que bastante tranquilo y bastante colaborador, dijo que mejor destruirla...
Lo mejor de todo es que luego durante el vuelo nos repartieron a tod@s cubiertos metálicos, entre los que había tenedores y cuchillos de destrucción masiva, clarísimamente mucho más peligrosos que la navajita del chico...

Recife

Ayer llegué a Recife.
Creo que mi primera impresión fue de sorpresa: uno viene bien cargado con sus prejuicios, todos ellos sólidos y bien asentados, y claro, luego la realidad no siempre tiene la cortesía de encajar bien con ellos...

Anoche estuve pensando un poco en ello y creo que puedo resumir mis prejuicios y mis ideas preconcebidas sobre Brasil en tres 'grupos':

. Amazonas, selva, anacondas, tarántulas, pirañas, Rodríguez de la Fuente...
. Música, samba, Río, carnaval, capoeira, Vinicius, la chica de Ipanema...
. Niñ@s hambrient@s deambulando por las calles y las estaciones de tren, pobreza, explotación y prostitución infantil...

Cuando llego a Recife lo que me he encontrado (de momento) es una ciudad enorme, con muchos edificios de 20 ó 30 pisos, con un montón de gente paseando por la playa, corriendo, jugando al voley, charlando sentada en el paseo...



Es verdad que ayer cuando el taxi me traía del aeropuerto al hotel vi unas cuantas casas por el camino que me recordaron a muchas de las que he visto en Nicaragua, recubiertas malamente de chapa, de tablones, con el mismo perro flaco de allá y con l@s mism@s niñ@s descalz@s de allá... pero la verdad es que aquí la (primera, muy primera) sensación es muy de primer mundo.

viernes, 3 de junio de 2011

se puede decir más fuerte, pero no más claro...

DISCURSO DURANTE LA ENTREGA DE LA GRAN CRUZ DE ORO DE LA ORDEN CIVIL DE LA SOLIDARIDAD SOCIAL EN LA ZARZUELA (26 DE MAYO DE 2011)

Majestad, Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Secretaria General de Politica Social y Consumo, señoras y señores

Me toca la difícil tarea de hablar en nombre de todos los premiados, personalidades con curriculums impecables que han dedicado sus vidas a luchar por un mundo mejor.

Mujeres y hombres que combaten contra la exclusión de los más marginados y se enfrentan diariamente a la incomprensión social. Mujeres y hombres que superponen el sacrificio sobre la comodidad y que arriesgan sus vidas por salvar las de los demás. Mujeres y hombres cuyos comportamientos impecables representan los valores que dignifican a una sociedad.

No me queda ninguna duda de que cualquiera de estas personalidades debería ocupar este lugar porque sus prestaciones sociales y conductas ejemplares son más valiosas que las de este humilde fotógrafo y periodista.

Por ello me siento aún más agradecido al Estado español y al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad por la concesión de la Gran Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social.

Llevo más de la mitad de mi vida viendo con mis propios ojos los desastres de las guerras. Siempre cerca de la sal de la tierra donde se revuelcan los olvidados de este inmenso barrizal de violencia y cinismo que soportamos. Viendo lo fácil que es morir cuando no se ha tenido la suerte de nacer en nuestras sociedades privilegiadas.

Sólo en el último mes he visto tantas historias sobre el sufrimiento y la desgracia humana en Afganistán que ni siquiera me queda espacio en la conciencia para guardarlas.

He visto a niños condenados a la muerte por falta de un equipo de diálisis, cuyo coste es menor que cualquier bomba inteligente.

He visto a mujeres, incluso a niñas, condenadas a la violación permanente por culpa de matrimonios forzosos. He visto a jóvenes inmoladas, deseosas de quitarse la vida para liberarse de las tradiciones sociales que las aniquilan como seres humanos.

De nuevo he conocido a decenas de afganos que desconocen cómo es un país sin guerra. Que, como tantos millones de seres humanos en el mundo, nacieron en guerra y morirán en guerra.

Hace dos décadas vendimos armas a Sadam Hussein con las que gaseó y asesinó a la población civil de su país. Hace menos, unos meses quizá, vendimos armas a Muammar el Gadafi con las que aniquila a la población civil de su país.

Incluso algunas nuestras empresas multinacionales como Repsol ampliaron sus volúmenes de negocios en Libia sin importarles el carácter criminal de su régimen.

Hace menos, incluso, hoy mismo seguimos haciendo negocios de la muerte con gobiernos que violan sistemáticamente los derechos humanos.

Se me ha condecorado por mi “labor de sensibilización social y concienciación de la opinión pública sobre el sufrimiento de la población civil, y especialmente los niños, en los conflictos armados”.

Majestad, por estos valiosos principios me siento obligado a recordar al público que el gobierno actual, liderado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, una de las personas que más han usado, instrumentalizado, abusado y retorcido la palabra paz en las dos últimas legislaturas, ha cuadriplicado la venta de armas españolas desde 2004 y nos ha convertido en la sexta potencia del mundo.

Por estos valiosos principios quiero recordar que los culpables por acción son los que ordenan matar y los que matan en el campo de batalla.

Pero también existen unos culpables por omisión, aquellos que permiten los crímenes, aquellos que los silencian o los excusan. Aquellos que negocian tramposamente los contratos bélicos, violando las propias leyes parlamentarias de control de armas.

Nuestro país ocupa un lugar estelar en la órbita de la violencia. Es muy desolador saber que batimos records anuales en venta de armas.

Preferiría como ciudadano español que nuestros gobernantes se dedicasen a la labor de sensibilización y concienciación de la opinión pública mundial y de los gobernantes más belicistas en aras de reducir el gran negocio que es la guerra y de poner fin al sufrimiento de la población civil y, especialmente los niños, atrapados en tantos conflictos armados mediáticos y olvidados.

Muchas gracias

jueves, 2 de junio de 2011

charleta en ASFE

Hoy vamos a hacer una presentación del proyecto de ASFE en Nicaragua. Lo contarán Valentina y Vero, que han sido las dos arquitectas expatriadas durante el año y medio que ha durado el proyecto, y luego yo enseñaré algunas de las fotos que he hecho durante las tres semanas que he estado allí.
Será hoy, a las 20.30 h, en la sede de ASFE en Madrid, en la calle Guipúzcoa 6, patio, al lado de Cuatro Caminos.
Nos vemos.

miércoles, 1 de junio de 2011

¡veo! ¡veo!

Parados en la puerta estaban, cuando divisaron venir en el camino a don Antolín en un caballo que lo venía jalando un hombre con un muchacho a la orilla. Se acercaron y entre los dos le ayudaron a apearse a don Antolín y el muchacho se vino con él de la mano.
- Buenos días -dijo don Antolín.
- Levante el pie -le dijo el muchacho a don Antolín para que no se tropezara con el palo que estaba a la orilla. Entró don Antolín y se sentó. Lo saludaron y él se quedó allí con unos anteojos viejos que andaba.
- ¡A ver don Antolín! -le dijo-, ¡quítese esos anteojos viejos!
Don Antolín se los quitó.
- Ahora le voy a poner estos buenos para que vea -le dijo.
- ¡Ah, bueno! -dijo don Antolín y se dejó poner los anteojos. Alzó la vista y parece que se asustó al darse cuenta de todo y le temblaban las manos y eso lo impresionó, tal vez, porque se le vinieron las lágrimas y eso le empañó el vidrio, de tal manera que volvió a ver otra vez turbio, como antes.
"Tal vez fue sólo ilusión", ha de haber pensado, porque no veía bien con los anteojos mojados.
Entonces le quitó los anteojos y se los limpió y le dijo que se secara bien los ojos, y después se los volvió a poner, entonces don Antolín fue levantando otra vez la vista con cierto miedo; se tardó algo en darse cuenta, y en un momento se levantó del asiento y gritó.
- ¡Veo! ¡Veo!... ¡ehé! ¡Un palo! -dijo señalando afuera; y se volvió a sentar moviendo la cabeza a todos lados y viendo a la gente que estaba allí-. ¡Idiay!: ¡la Clotilde! -señaló a una mujer que estaba sentada-. ¿y dónde habías estado?
- Si aquí he estado, papa... es que usted no veía.
- ¡Ajá! -dijo-, ¿y cómo estás?
- Bien, papa -le dijo.
- Ah... ¿y esta es la Juanita? Qué grande que está ¿No trajiste a Goyito?
- Si aquí está -le dijo; Goyito estaba junto a ella.
- ¡Ah! -dijo-, Balbino -reconociendo a otro-. ¡Estás gordo, hombré!
- Sí -le dijo Balbino.
- Y doña Anselma... ¿me ve, doña Anselma? -le preguntó.
- Sí -le dijo.
Entonces se levantó y anduvo viendo fuera, y se volvió después para adentro, señalándoles a los demás la lluvia.
Entonces se vino andando solo y el muchacho iba a la orilla. Se acercó al caballo y el muchacho iba a agarrarle la rienda.
- Déjelo -le dijo y se montó; se agarró del mecate él solo, espueleó y salió de vuelta en el caballo... y todos los quedaban viendo.
Don José le dijo al Comandante.
- ¡Me parece que hemos hecho algo!...
- Sí -le dijo él-, yo creo.


De la novela El comandante, del escritor nicaragüense Fernando Silva [1927- ].

contento y cansado

Cansado: demasiadas cosas en la cabeza estos días y esa sensación de que el tiempo se me escurre....

Currando, presentando algunos proyectos pensando en el verano o en septiembre, dando algunos talleres, preparando el viaje a Brasil...

Y hoy mucho rato terminando de decidir qué fotos de Nicaragua presento al concurso que ha convocado la AECID. A ver si hay suerte...

Cansado pero contento de que vayan saliendo las cosas a pesar de esta sensación de "atropello" que tengo desde que llegué.