domingo, 5 de junio de 2011

Recife

Ayer llegué a Recife.
Creo que mi primera impresión fue de sorpresa: uno viene bien cargado con sus prejuicios, todos ellos sólidos y bien asentados, y claro, luego la realidad no siempre tiene la cortesía de encajar bien con ellos...

Anoche estuve pensando un poco en ello y creo que puedo resumir mis prejuicios y mis ideas preconcebidas sobre Brasil en tres 'grupos':

. Amazonas, selva, anacondas, tarántulas, pirañas, Rodríguez de la Fuente...
. Música, samba, Río, carnaval, capoeira, Vinicius, la chica de Ipanema...
. Niñ@s hambrient@s deambulando por las calles y las estaciones de tren, pobreza, explotación y prostitución infantil...

Cuando llego a Recife lo que me he encontrado (de momento) es una ciudad enorme, con muchos edificios de 20 ó 30 pisos, con un montón de gente paseando por la playa, corriendo, jugando al voley, charlando sentada en el paseo...



Es verdad que ayer cuando el taxi me traía del aeropuerto al hotel vi unas cuantas casas por el camino que me recordaron a muchas de las que he visto en Nicaragua, recubiertas malamente de chapa, de tablones, con el mismo perro flaco de allá y con l@s mism@s niñ@s descalz@s de allá... pero la verdad es que aquí la (primera, muy primera) sensación es muy de primer mundo.

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