sábado, 11 de septiembre de 2010

leer y/o quemar libros

Es terrible que haya quien no lee ningún libro nunca.
Pero creo que es más terrible aún quien se pasa toda la vida leyendo un solo libro.
De lo de quemar libros... ni opino: de quemar libros, se pasa a quemar banderas y de ahí a quemar casas y a la gente que vive en ellas...

Entonces comprendí que la mayor alegría del pueblo era poder gritar todos a la vez, sin que importara nada lo que se grita ni por qué se grita, pero al gritar con los demás uno se siente fuerte y está convencido de la justicia de la causa por la cual se grita.
De la novela Sinuhé, el egipcio (1945), del escritor finlandés Mika Waltari [1908-1979].

[Lo que más me sorprende de lo del tipo ese de Florida que quería quemar coranes estos días es por qué sale tanto en la tele: en realidad es un mindundi que vive en algún sitio perdido de USA y que pasaría desapercibido si no se le pusiera ningún micrófono delante. Sin embargo, todo el planeta parece estar atento y preocupado a si enciende su fogata o no la enciende...]

2 comentarios:

  1. Creo que en ese pastorcillo hay dos fenómenos importantes a analizar: uno es el de el Internes y la globalización, que son capaces de darle voz a un tipejo de lo menos importante; y do, ¿qué equilibrio mundial es este que tenemos que puede hacerlo zozobrar un chalao con 50 seguidores?
    Fer.

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  2. Pues de acuerdo a medias...

    1. Poner algo en internet no hace que inmediatamente eso circule por todas partes. Ha de haber un montón de gente que reenvíe y reenvíe...
    No soy demasiado conspiranoico, pero a quién le interesa divulgar las chorradas que dice un colgao en Florida o en cualquier otro lugar del mundo (lease, por ejemplo, los vídeos de Bin Laden, que por cierto, hace mucho que no graba nada... ;o)

    y 2. Equilibrio mundial... ¿qué equilibrio mundial...?

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