Esta mañana he ido a Cartago. Efectivamente, como dice mi guía, la visita merece dedicarle un día entero o incluso un par de ellos... y no un par de horas como he hecho yo. Pero me ha gustado darme una vuelta por allí, ver los puertos púnicos (sorprendente) y dar un paseo rápido por el museo y las ruinas. Cuando vuelva por aquí haré la visita de nuevo con más calma.
Y ha sido interesante moverme por la ciudad, coger el tren de 'cercanías'...
Mañana terminamos el taller y el viernes estoy de vuelta: lo bueno dura poco...
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario