Túnez (día 1)

Acabo de llegar al hotel: habitación 209 del Le Consul Hotel. Se supone que iba a llegar a Túnez sobre las ocho y media y que quizá me daría tiempo a dar un primer paseíto por la ciudad... pero he llegado al hotel a las 11, así que creo que mañana será otro día...
He preguntado el horario del desayuno (de 6 a 11) y si se puede usar internet en la habitación (sí).
He deshecho la maleta y he mirado el correo...

Y mañana más: he quedado a las 9.15 para ir al Cervantes, conocer a Isabel, que es la persona con la que he estado en contacto estos meses preparando el taller, y a Carlos, el director de la sede de Túnez, y probar los cacharros para asegurarnos de que todo funciona para el taller, que empieza por la tarde.

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Sé poco, poco, poco sobre Túnez: del cole los cartagineses, las guerras púnicas y Anibal pasando los Alpes con sus elefantes para guerrear con los romanos.
De más mayor la historia (y la maravillosa ópera de Purcell) de Dido y Eneas.
Sé que es uno de los países (más) 'tranquilos' del norte de África, y que, como el resto de esos países, está gobernado por una especie de 'dinastía' presuntamente democrática.

Y sé muy poco más.

Así que estos días, como siempre, me toca aprender.
;o)

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Da igual las veces que suba a un avión: sigo sorprendiéndome y disfrutando de volar como cuando era un crío... me encanta.

Y da igual las veces que me enchufe a internet: me sigue sorprendiendo poder estar ahora mismo escuchando radio 5 desde el otro lado del Mediterráneo, y mandar algunos mensajitos...
[Pensando en estas cosas siempre me acuerdo de que cuando estuve en Tokyo con Adri (¡¡¡ en el 93 !!!) lo más galáctico y moderno que teníamos para contactar con Madrid era el fax, (además de las cartas, claro) y de vez en cuando, cuando íbamos al centro, podíamos encontrar El País, por supuesto en papel, y con tres o cuatro días de retraso.]