-¿Muriéndome? -añadió Herr Schiller en tono seco. Se echó a reír; en mi imaginación veía nubes de polvo saliendo de él cada vez que respiraba-. Querida Pia, todos nos estamos muriendo. -Debió de ver la cara que puse, porque añadió en un tono más suave-: Lo siento, pero cuando tengas mi edad ya verás que todo llega a su fin. No hay nada malo en eso, es algo natural. -Acarició el brazo del sillón con su mano nudosa. Desvió la mirada mientras pensaba y finalmente dijo-: Lo importante es vivir cada día como si fuera el último. -Me miró-. Supongo que eso os lo enseñarán en la misa para niños, ¿no? -Asentí, pero no quise decirle que nunca iba a la misa para niños-. Vive cada día como si fuera el último -repitió-. ¿Sabes qué significa eso? Significa que si hay algo que quieres hacer, algo que tengas que hacer, debes hacerlo ya, antes de perder la oportunidad para siempre.
De la novela El imperturbable Hans, de la escritora inglesa Helen Grant [1964- ].
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