Hay momentos en que es mejor que nadie lo vea a uno. Se intentan gestos para los que no se está preparado. Y al principio uno se equivoca, como un mal acróbata. Pero, por decirlo de algún modo, se avanza a fuerza de inercia. Uno cae y se levanta. Se debate sin prestigio, sin belleza.
De la novela Pietr el letón, primera del comisario Maigret, del escritor belga Georges Simenon [1903-1989]
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