Fue asombroso.
Creo que hay veces que uno vive cosas que sabes que muy probablemente no vas a volver a vivir y que te hacen un poquito distinto y, estoy seguro, un poquito mejor...
El concierto de ayer fue una de esas.
Anoche, ya en casa, trataba de recordar otras situaciones parecidas que hubiera vivido antes y me venían a la cabeza varias relacionadas con Japón: me acordé de una sesión de bunraku que vi en la Residencia de Estudiantes hace más de 20 años, me acordé de una comida alucinante a la que me invitaron en Kyoto, me acordé de haber estado solo durante unos minutos en el jardín del Ryoanji...
Una guitarra es una guitarra: es una caja de madera con un boquete, un palo y unos alambres tirantes. En las manos de Paco de Lucía se convierte en un prodigio... algo que aunque lo estás viendo y oyendo, casi no puedes creer...
Y el resto de los músicos que le acompañan están a la altura claro, así que durante un par de horas no te dejan respirar, te emocionan, te suben y te bajan, te hacen bailar en el asiento, hacen que se te salten las lágrimas al ver y oir tanta belleza...
Pero como se puede tener tanta suerte?!?! Ayer lo oi en las noticias y pense cuanto me hubiese gustado estar alli... Entiendo perfectamente lo que dices de esos momentos que te dejan huella, comparto contigo dos muy musicales:
ResponderEliminar-13 años: 2 chavales sevillanos tocando la guitarra hasta sangrarles los dedos y cantando para un minigrupo de españoles que llevábamos mas de un año sin pisar España en el noroeste de Sumatra.
-26 años: una banda de blues en un garito de carretera en el sur profundo de EEUU.
Me alegro un monton por ti. Bss
Opsss!! Se me olvidó firmar... π
ResponderEliminarQué bonito.
ResponderEliminarA.